Tengo el número de los que me escucharon mi speech introductorio para cada cita donde les compartía que esta era mi segunda temporada como Escort, no se los comparto por el placer de dejarles la duda, pero si, hartos.
Esa segunda temporada duró 2 años 8 meses y ha llegado a su fín.
Cuando dejé temporada uno, juré con la madurez de una mujer de 35 años que nunca más regresaría, me comprometí con todas los recursos que tuve en ese momento a solo tener relaciones sexuales con una sola persona por el resto de mi vida, y así lo hice, solo que no por hacer lo que uno cree que está bien le va bien, ni necesariamente el que actúa mal recibe su castigo.
No es fácil describir el dolor físico y emocional que tuve cuando regresé. Lloré muuuuchhoooooo, pero muchoooo, entré en una depresión horrible, me bajé de peso, me sentía muy fea, no sabía como volverlo a hacer, busqué a mis amigas y algunas de ellas cobraron por mi, tuve la necesidad de aceptar negocios desagradables, de acompañar cabrones asquerosos, de escuchar imbéciles despotricar de su vida y sus esposas mientras gastaban 150 mil pesos en perico y whisky... volví a beber y a consumir drogas, para desgracia de mi bolsillo y bienestar de mi alma, no me fue muy bien esos primeros meses, en general cualquiera que retorna a un negocio dura buscándole la forma al asunto, yo la encontré gracias a mis conocimientos en marketing, plataformas, mi web y mucha suerte.
Estabilicé mi economía con clientes frecuentes y con mis reglas, descubrí que entre más era yo misma, entre mas les negaba y les decía NO a sus pedidos mas deseada era, subí el precio y no me bajé nunca.
Pero los clientes frecuentes por los que uno genera cariño se cansaban, cosa que es normal y yo debía seguir en la búsqueda eterna de nuevos prospectos. No ganaba millones, pero me alcanzaba sobrado para una vida buena, dormía bien, comía sano, iba al gimnasio. Me volví solitaria porque mis amigas no compartieron mi sistema de trabajo, se negaron a dejar el Photoshop, les parecía contraproducente publicitar su edad real, eran impuntuales y la verdad nunca les trasmití que la idea no era que los clientes se sintieran bien, era decirles no a todos con los que nosotras no nos sintiéramos bien. Nunca tuve un día desde que modifiqué mi sistema que me haya faltado para comer, pero eso sí, le dije que no a cientos, bloquee hasta donde ví la última vez a mas de 800 interesados, dejé en la habitación a unos... 50 creo yo, y me enojé con otro montón que aunque ya conocía hacían algo que me desagradara, cualquier cosa: escribirme demasiado, ser inoportunos, escribirme en la noche, pedirme cosas que no hago, saludar mucho, saludar muy poco.... etc.. cualquier detalle era para mi un quítate que solo voy a estar con quien me sienta 100% bien.
3 Comentarios
La verdad intente tanto programar una vista a al Cd. de México para conocerte! Y cuando se dieron una vista, me tope con ese letrero de "Cerrado" y tu forma tan sutil de dármelo a entender! Busque nuevamente volver a tener el tiempo den la ciudad y esta vez me topo con este texto! Casi lloro!!! En verdad espero vuelvas mas adelante!
ResponderBorrarLuisa, agradezco mucho haberte conocido. Admiro tu porte, tu belleza y la química especial que compartimos. Te deseo una vida plena y próspera.
ResponderBorrarQuerida Luisa,
ResponderBorrarSoy Oscar, quien tuvo el gusto de compartir contigo algunos presentes de tu lista de deseos. Leí con atención todo lo que compartiste y quiero comenzar diciéndote que me alegra mucho por ti, por este nuevo camino que eliges y por el cierre de esta etapa que hoy llamas segunda temporada. Me da gusto saber que cuentas con alguien que te apoya y que te acompaña, porque todos merecemos tener paz, cariño y estabilidad.
Al mismo tiempo, en mí queda un sentimiento difícil de describir. No tuve la oportunidad de conocerte en persona, y sin embargo, por la manera en que escribías y lo que transmitías, siempre pensé que eras una mujer que indudablemente llamaría mi atención. En el fondo deseaba ser uno de esos clientes frecuentes que mencionabas, pero no me atreví a dar ese paso y sé que el “hubiera” no existe.
Quiero agradecerte de corazón cada mensaje que me respondiste; para mí significaron más de lo que imaginas. He enviado algunos mensajes al número donde una vez tuve la oportunidad de comunicarme contigo, y espero que al leer esto puedas recordarme. Quizás, con un poco de fortuna, exista la posibilidad de volver a cruzar palabras algún día.
Deseo para ti lo mejor en cada sentido: salud, amor, prosperidad, éxito y armonía en cada etapa que venga. Te mando mis mejores pensamientos, con respeto y sincero aprecio.
Con cariño,
Oscar